Y vos me preguntaras "para que este blog??"
He aqui el misterio muejejejejeeee.....
Simplemente para contarte que he decidido ponerme la mochila al hombro y recorrer los caminos del mundo, mi mundo, y contarte como me esta yendo.
Espero puedas compartir mi entusiasmo y disfrutar conmigo de esta experiencia...

viernes, 3 de junio de 2011

con Autostop Argentina en Achiras, Cordoba (04/2011)

Salimos con Ariel el Jueves Santo, bien temprano por la mañana para llegar a tiempo al encuentro, para no perdernos nada, era la excusa. Y aquí viene la primer salvedad: salimos en la camio! Y ya los imagino diciendo: “Pero que clase de mochileros son ustedes???” Para no entrar en el casi interminable debate de que es un mochilero, solo dare mi opinión al respecto y eso tendra que bastar: Mochilero es el que viaja con una mochila, independientemente del medio de locomoción o el alojamiento que prefiera. Continuo.
No hay mucho que decir de una ruta llena de vehiculos un dia pre-feriado, después de haber dejado constancia en el foro de Autostop de cual seria mi recorrido tentativo, por si alguien intentaba sumarse, nos sorprendio haber realizado todo el recorrido hasta las puertas de Achiras sin ver un solo mochilero!
Es asi como parando de vez en cuando para recargar agua caliente, viajando despacito y sin prisa, llegamos a destino después de mediodia.
Encaramos el ingreso a la localidad pasando por la oficina de turismo sin detenernos, ya que pensamos que encontrariamos el lugar del encuentro fácilmente, debido a la gran conglomeración de mochileros alli presentes… Capitulo aparte...
Estabamos llegando a la rotondita de la entrada y divisamos a nuestro primer mochilero con lo que no dudamos en invitarlo a subir.
Tratando de seguir el curso a los carteles hacia el balneario, no caimos en la cuenta que ni hablamos con nuestro invitado mas q un “vas pal encuentro? Subi!”
Finalmente llegamos al camping con muchas dudas, ya que apenas habia una carpa armada!
Hicimos las correspondientes presentaciones con nuestro pasajero, se trataba de Mariano, mas luego apodado “El Pampa y/o Pampita”, sin saber en ese entonces que se convertiria en un amigo de esos que se ven poco y se extrañan mucho.
Y ahí comenzaron las dudas: Sera aca? Sera hoy? Sera que nos confundimos? Etc..
El Pampa nos contó que, como nosotros, era novato en esta clase de encuentros, lo que sumaba perplejidad a nuestras incognitas.
Decidimos esperar tomando unos mates y ver si algún loco con mochila se acercaba.

Terminamos movilizandonos desde el sector dl balneario donde nos encontrabamos hacia el sector de camping y alli por consejo de su administrador Fabio, decidimos armar las carpas para dar una referencia a los que pudieran ir llegando.
Mientras estabamos en ello se acerco Juan, en el futuro “Casilda”, por ser esta su ciudad de origen. Otra vez se repetia la historia: Juan tambien era novato y se encontraba, igual que nosotros, perplejo ante la poca asistencia de carpas y gente.
A lo que seguimos sacando todo tipo de conjeturas, casi fabulando, sobre las ausencias misteriosas.
Decidimos dejar de preocuparnos y pensar en la cena, asi que nos dirigimos en la camio hasta el centro a ver que conseguiamos. Compramos pan calentito que duro unas cuadras y unos tetras y limones, esa noche habria sangria de cena!
Cuando regresabamos al balneario, nos cruzamos en el camino con dos chicos que se dirigian tambien al encuentro, Alexis “El Cordobes” y Dario, que se anexaron al cuarteto.
Cenamos unas sopas, fideos y algunos jarros de sangria bien potente, para no decir acida ja, y entre charlas y gastadas fue afianzandose el grupo.
La noche se presentaba fria y se sumo a eso rafagas de viento bastantes potentes, lo que nos obligo a refugiarnos en las carpas temprano.
La mañana siguiente amanecio sin viento y con un sol espectacular, que no tardo en calentar los cuerpos, ayudado claro por unos ricos mates. Despacio se fue levantando toda la gente, Casilda con su peinado “exotico” y el Cordobes y Dario que murmuraban y se reian en sus carpa, vaya saber cual era el motivo.
Sorprendio esa  mañana la existencia de otra carpa en las proximidades, y nos preguntamos como habian hecho para armarla durante la noche y con tanto viento.
Decidimos entonces hacer una pekeña travesia hacia donde habiamos entendido se encontraba El Ojito, una vertiente natural de agua que manaba de la roca y, según creiamos nosotros, daba origen al arroyo que cruzaba el balneario.
Bordeamos el rio Achiras, mas bien arroyo, un largo rato y llegamos a la toma de agua de la localidad, un pequeño embalse, seguimos travesia ya por senderos que se iban angostando y haciendo cada vez mas agrestes, ya dudando de la cercania del “Ojito”.

El camino se lleno de matas, yuyos y malezas, lo que nos “obligo” a seguir camino descalzos por el medio del curso de agua, toda una experiencia, para nuestros pies sobre todo. Mas adelante hicimos un stop viendo que el camino se hacia inusualmente largo y aun quedaba la vuelta. Dario preparo unos mates y luego de un breve descanso, mientras algunos decidian seguir un poco mas, otros decidimos pegar la vuelta.
Llegando al camping vimos que nuestras carpas ya no estaban solas, habia alrededor de ellas un grupo importante de ellas y sus propietarios.
Nos acercamos a ellos y descubrimos que eran los chicos que esperabamos, a lo que siguieron saludos, abrazos y presentaciones.
Como era ya mediodia los chicos juntaron algún dinero y prepararon el almuerzo que consistio en un guisito de arroz con verduras, era viernes santo, vigilia, y era la comida tipica distintiva del mochilero.

Luego de llenar las panzas y con algo de modorra, decidimos salir para el dique en una pequeña caminata, los seis chicos. Mientras que los demas fueron a dar unas vueltas por el pueblo, nosotros subimos por un camino rural, cruzamos un alambrado y bordeamos los limites de un campo hasta llegar a la vera de la represa. Alli hicimos unas fotos y luego decidimos tomar por el otro lado de la misma, para regresar por la ruta hasta el pueblo y luego al balneario.
En el camino estuvimos gastando mas de la cuenta a nuestro amigo Casilda hasta el punto que se enojo y nos dijo un poco de todo, lo que provoco que, lejos de enojarnos, lo apretujemos en un abrazo grupal y a dando saltitos y girando, vociferemos “ Abraaaaazo… abraaaaazo…”
Llegados al camping se habia unido al grupo nueva gente, el Goyo y su señora. Con ellos trajeron una guitarra con lo que el Pampa veia hecho realidad su sueño de tocar unos acordes.

Llego la noche, se preparo el fogon, mas sangria y empezo la musica. El Pampa le saco chispas a la viola tocando todo genero musical y alegrando el encuentro con la participación de los concurrentes en el coro. Seguia llegando gente, pero lo que llego y no se fue mas es el frio. Esa noche no hubo viento pero pocos durmieron calentitos.
La mañana siguiente nos desperto bien temprano y con mucho frio. Habiamos quedado con los chicos en regresar a la represa y cazar unos patos o pescar alguna mojarra, a modo de chiste, ya que para la caza solo se disponia de una gomera. Asi es que, después de calmar el frio con unos mates, enfilamos para el espejo de agua con la promesa de almorzar pato a la naranja. Nos acompañaron Mariana "La Porteña" y Sonya la "Proteña de la Provincia" o del GBA o de ya no se donde..
Mientras algunos intentaron la absurda empresa, otros seguimos recorriendo el lugar y luego nos juntamos todos a tomar unos matecitos y comer 3 o 4 galletitas, eran todas las que llevamos.
Al mediodía pegamos la vuelta. En el campamento se habia preparado tortafritas de las que alcance a probar una.

Después del escueto almuerzo salimos hacia la posta Los Nogales, esta vez acompañados por Mariana y Cecili, la "Tucumana" y no sin antes intentar descubrir las pinturas en el supuesto sitio de artes rupestres, cosa que no logramos, encontrar el ojito, que descubrimos que nada tenia que ver con el arroyo, sino que era una vertiente cercana al balneario, y tampoco la encontramos, o lo que encontramos era un hilo de agua que ni lastima daba, eso si, el cartel señalando “El Ojito” estaba barbaro. Seguimos atravesando el poblado por el bario de “los Rosarinos”, el sector mas viejo de Achiras, intentamos ingresar a alguno de los museos, todos cerrados, nos aprovisionamos de algún sándwich en el “Kiosco.. y algo mas” , asi rezaba la leyenda, y seguimos viaje hasta la posta por una camino rural que se alejaba del pueblo y serpenteaba, subia y bajaba en direccion al sudeste. La caminata se hizo casi interminable, pero el lugar era muy bonito. Un pequeño museo donde habia cosas de la antigua posta utilizada por San Martin en alguna ocasión y hasta objetos de la segundo guerra mundial, como habran llegado alli??
 Los parques hermosos, ganado por todas partes y un pequeño estanque artificial donde se juntaba agua de vertiente, apta para beber, cosa que no despreciamos.
Volvimos al pueblo en una caminata mas relajada y nos desviamos un poco siguiendo un Via Crucis que bajaba desde el cerro hasta la iglesia. Después de preguntar al sacerdote, ingresamos en la misma, una iglesia sencilla, de paredes blancas muy iluminada, muy bonita.
Luego cruzamos a la plaza enfrente de la misma, y decidimos algunos intentar entrar a los museos, sin éxito de nuevo, con lo que fuimos a un super a buscar provisiones para la noche y volvimos al camping.

Los chicos de Autostop cenaron y con Ariel nos pusimos a amasar unas pizas, con mucho esfuerza ya que el viento otra vez se hizo presente y nos intentaba aguar la cena, pero logramos resistir.
El Pampa dijo: “Yo no me voy de acá sin haberme tirado al arroyo aunque sea una zambullida”. Con el agua a 4 grados!! Lo hizo y me dio coraje para intentarlo tambien, para lo que sume a Dario y Alexis y con ellos casi morimos congelados en las aguas de aquel arroyito.

Otra vez hubo fogon, otra vez musica y esta vez estuvimos todos muy unidos hasta el punto de compartir mas “abraaaaazos… abraaaaaazos” para conmemorar la ultima noche juntos.
Esa noche me acosté temprano, ya que al otro dia tenia que conducir a casa d nuevo. Recuerdo que esa noche no podia dormir de las ganas de compartir la joda que los demas seguían en marcha.
Siguiente mañana, intentar despertar a todos temprano para poder emprender regreso temprano, cosa que no sucedió, y desayuno grupal. Juntar los pertrechos, abrazos y saludos o todos y aventon a Mariano hasta Rio IV y a Cecilia hasta Villa Maria.
Mas despedidas. Mas “abraaaazos” y la nostalgia de dejar atrás aquel lindo encuentro.
Llegamos a casa y lo primero que hicimos fue prender la compu y contactar a los demas. Ya se los extrañaba.
Pocos dias después, el extrañar esa gente maravillosa nos llevo a organizar un nuevo encuentro.
Pero esa es otra historia..

Sin duda quedan muchas cosas en el tintero, muchas vivencias que no se borraran del corazon, mucha gente que te hace sentir que la vida es bella..

1 comentario:

  1. Increíble... no puedo dejar de leer la historia por cada uno de sus concurrentes y los recuerdos me producen piel de gallina...

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