Y vos me preguntaras "para que este blog??"
He aqui el misterio muejejejejeeee.....
Simplemente para contarte que he decidido ponerme la mochila al hombro y recorrer los caminos del mundo, mi mundo, y contarte como me esta yendo.
Espero puedas compartir mi entusiasmo y disfrutar conmigo de esta experiencia...

martes, 4 de octubre de 2011

Por el NOA - Ultima parte: Cafayate - Purmamarca

Partiendo de Amaicha del Valle hicimos dedo casi frente al Museo de la Pacha Mama, saliendo casi del poblado, desdoblados obviamente en dos grupos de dos, como durante casi todo el viaje: Cecilia y Mariana; Carolina y yo.
Al poco tiempo de espera para un vehiculo conducido por un joven del lugar que nos llevaria hasta la plaza misma de Cafayate, Salta. Alli fuimos a la oficina de turismo a investigar los atractivos turisticos y, sobre todo, los alojamientos que podiamos conseguir, y mientras yo hacia esto, Carolina esperaba afuera , en lo que fue abordada por un muchacho que ofrecia alojamiento a un precio que nos parecio razonable y hacia alla partimos.

El lugar estaba bueno y , si bien la cabaña era para 4 (dos cuchetas) nos dejaron quedarnos por un precio minimo con la condicion que si caia gente teniamos que compartir, nunca llego nadie mas.
Una vez instalados, salimos a recorrer la ciudad con la intencion de buscar precios de bicis y motos para hacer algun recorrido y tambien de comer la autentica empanada salteña, con lo que encaramos para la Casa de la Empanada, llevandonos un chasco: pura propaganda pero empanadas salteñas con carne cortada a cuchillo y papa, no se vio.

Las motos: impagables! Asi que nos decidimos por unas bicis para pasear en la tarde cafayateña.
Salimos con rumbo a la cascada de El Divisadero que bien nos recomendaron y la pedaleada costo mas de lo esperado, sobre todo para Carolina. Llegados al lugar de acceso se presentan los guias y quien seria el nuestro: un muchachito muy joven, un niño, llamado Cristian. Temiamos por el horario puesto que se estaba haciendo de noche y el recorrido duraba unas 3 hs aproximadas, pero arrancamos igual.
Subimos una pared empinada hasta una especie de mirador donde se veia la ciudad de Cafayate y desde alli partimos bordeando una acequia hasta donde habia un grupito de casas donde habitan los lugareños, miembros de la comunidad aborigen.
Seguimos luego senderos que sin guia hubiese sido imposible encontrar o perderse en otros senderos, saltando entre las piedras y la maleza.



Despues de mas de 1 hora de caminata llegamos a la primer cascadita. Alli estaba otro grupo guiado: una familia rosarina y dos chicas francesas. con ellos seguimos el recorrido hasta la segunda cascadita, lo que nos demandaba un poco mas de esfuerzo, ya que el camino se complicaba un poco, pero no pudo detenernos.
Asi pasamos por la segunda caida de agua y fuimos a la tercera, que era la mas alta, y la unica con nombre: "Chorro de las Golondrinas". Una cascadita muy linda.
Se acercaba la noche asi que tuvimos que emprender el regreso a paso forzado, llegando despues de la caida del sol al acceso. Aun nos faltaba regresar los 4 Km hasta la Ciudad, pero era en bajada, lo que un poco nos alivio el descenso.
Entregamos las bicicletas y regresamos a bañarnos al alojamiento. Alli tuvieron problemas con el calentador de agua y Carolina se termino bañando con agua fria, como otros de los usuarios del lugar. Yo aplique un poco de presion a los chicos que intentaban hacer funcionar el aparato y lograron hacerlo andar mas o menos bien, con lo que me pude bañar con agua caliente.
Esa noche fuimos a cenar a La Juanita, un comedor medio perdido en las afueras de la ciudad. Fuimos hasta alli caminando varias cuadras y en un punto hasta nos perdimos, por lo que terminamos consultando a unos chiquitos que jugaban en un parquesito, a pesar que era de noche ya y el ambiente se veia no muy amistoso. Prejuicios quiza.
Los chicos nos dirijieron bien y llegamos al comedor que estaba lleno de gente. Cenamos cazuela de cabrito a pesar que yo hubiese querido probar la llama, pero no habia en ese momento. Al rato llegaron tambien los chicos administradores de las cabañitas donde estabamos.
Volviendo para el alojamiento pasamos por la plaza donde se estaba oficiando algun festejo, con bandas tocando folklore y algunas gentes bailando. Estabamos muy cansados y al dia siguiente seguia el trote, si no, me quedaba.
Mañana de jueves tomamos un cole directo a Quebrada de las Conchas y nos bajamos en "La Garganta del Diablo" para luego ir bajando.
Increibles formaciones.



Luego caminamos desde alli hasta la siguiente formacion que esta a pocos kilometros y en bajada; "El Anfiteatro".
Este lugar si que es magico, tuvimos un brebe momento para disfrutarlo solos oyendo la dulce musica regional de quena y guitarra. Maravilloso!
Despues de ahi intentamos hacer dedo en la ruta sin mucho exito, por lo que cuando vimos venir un cole no dudamos en subir y que nos alcance a la siguiente parada: "La Yesera".
El caminito se internaba lejos de la ruta y al fondo podiamos ver un grupo de vehiculos estacionados y sus ocupantes se distinguian bien lejos en la cima de uno de los cerritos. Alla fuimos.
En ese lugar esta uno de los paisajes mas lindos que eh visto en mi vida.




Salimos de alli luego de una amplia sesion fotografica, hacia la ruta a probar de nuevo el dedo. Cuando ya nos estabamos dando por vencidos, sale del mismo lugar que nosotros una camioneta Ford del año 70 y los viejitos que la ocupan se ofrecen a llevarnos sin mucho tramite.
Camino a Cafayate y con el viento golpeandonos generosamente, seguimos sacando fotos desde la chata y disfrutando del paisaje.


La camioneta nos dejo en la plaza y consulte enseguida sobre que bodega podia estar abierta aun, ya que era medio tarde y nuestra ultima oportunidad de meternos en una.
Asi llegamos caminando hasta "Vasija Secreta" justo para la ultima recorrida. Visita, explicaciones varias enologicas y la tipica degustacion, fotos y a volver al alojamiento.
En la cabañita nos bañamos y salimos a cenar a un comedor frente a la Casa de la Empanada, no recuerdo el nombre, donde pedimos unas empanadas, estaban mas lindas que en la Casa, y unas cazuelas de llama. El vino malisimo, cuando quisimos ponerle hielo para aplacarlo un poco, empeoro.
Esa misma noche o, mejor dicho, esa madrugada nos levantamos bien temprano para tomar cole hasta Jujuy, ya que la Ceci y Mariana estaban alla y nos invitaron con ellas. A pesar de tener poco tiempo, accedimos y alla fuimos haciendo un poco de esfuerzo, mal dormidos.
Llegados a Jujuy tuvimos que esperar un rato que nos buscara Cecilia que vino con Mariana y nos trasladamos de la terminal de Jujuy hasta la casa de la hermana de Cecilia, donde nos acomodamos un poco y ya salimos rumbo a Purmamarca en cole.
LLegamos y recorrimos la plaza con todos sus puestitos, despues hicimos una vuelta por detras de los cerros y volvimos al punto de entrada de la poblacion.





Nos ofrecieron llevar en remis, pero quisimos intentar hacer dedo. Total fracaso, por lo que terminamos consiguiendo un remis para volver a la capital provincial, pidiendo descuento, claro.
El remis nos dejo en la ruta y caminamos las cuadras que nos separaban de la casa. Alli cenamos con la familia y a dormir, muy cansados.
A la mañana siguiente nosotros fuimos a la terminal a conseguir cole para San Miguel, ya no teniamos ganas de hacer dedo. Mariana y Cecilia lo intentaron con bastante exito, Llegaron a San Miguel unas horas antes que nosotros, que tuvimos que esperar bastante en la terminal.
Una vez en la capital tucumana caimos en casa de Cecilia, tomamos unos mates y salimos para abordar el tren con lo que creimos seria suficiente anticipacion.
Entre la espera de un urbano que no llegaba mas y que despues dio las mil y una vueltas para llegar donde hubiesemos llegado mas rapido caminando, nos bajamos del cole para llegar corriendo a la estacion y verle la cola al tren que nos abandono, llevandose a Mariana que habia salido antes que nosotros por hacer un poco de shopping y llego bien al ferro. Nosotros intentamos correrlo en taxi pero este ya no tenia parada hasta La Banda, Santiago. Por lo que fuimos hasta ala terminal de omnibus con la esperanza de encontrar alguno que nos llevara a La Banda.
Me recorri toda la terminal intentando combinar la llegada del cole cn la de tren a las paradas, sin ningun exito. Solo llegariamos en Rafaela, inutil para nosotros que ahi bajabamos, pero x lo menos podiamos entregarle la bolsa que Mariana nos dejo a cuidado con intencion que se la llevemos al tren cuando abordemos.
No nos quedo otra que pedirle un dinero prestado a Cecilia para los pasajes en cole hasta Rafaela y despues de un largo viaje, donde el cole estuvo retenido 3 hs por un accidente en la ruta, llegamos a Rafaela, 2 hs mas tarde que lo que paso el tren. Nunca hubiesemos llegado de igual manera.
Alli nos buscaron mis viejos y volvimos a casa. Arrastrando la carita de Carolina, muy desilusionada por no poder realizar su primer viaje en tren.
Una par de meses mas tarde Mariana recuperaria sus pertenencias.
Fin de esta historia..

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